«Si no existieran las barreras sociales no existirían las físicas»
María Horreo ha estado siempre vinculada a la asociación canguesa de discapacitados Emburria, desde su fundación en 2002. Primero como voluntaria y ahora como gerente, lo que le ha permitido seguir de cerca la evolución de esta asociación que a lo largo de estos años ha conseguido importantes logros y desde la que se continúa luchando por la integración de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida.
La plena integración pasa también por la inclusión en el mundo laboral. ¿Se trabaja desde Emburria en este sentido? H emos puesto en marcha el nuevo servicio de apoyo a la inclusión laboral en el empleo ordinario y normalizado y que se basa en la figura de un preparador laboral que apoya a la persona con discapacidad no sólo en la búsqueda de empleo sino también dentro de la empresa, entrenando sus habilidades y capacidades.
¿Es más complicado al tratarse de zonas más rurales? De un lado es más fácil porque las personas son más cercanas, nos conocemos todos, pero tenemos la barrera del transporte público, lo que representa una dificultad añadida.
¿Pesan más las barreras físicas o las sociales? Pienso que si no existieran las barreras sociales no existíran las físicas. Las barreras sociales a veces son más excluyentes que las físicas.
¿Desde Emburria trabajáis en la supresión de ambas? Creo que desde Emburria se ha hecho mucho por la integración pero aún hay que seguir trabajando por la normalización. Desde el punto de vista de las barreras físicas hemos puesto en marcha un proyecto con el que trataremos de detectar esas barreras y trabajar con el Ayuntamiento de Cangas de Onís para suprimirlas. Además y dentro del mismo proyecto de turismo inclusivo hemos previsto editar una guía en la que informaremos de los lugares de ocio y tiempo libre adaptados