RECONOCIMIENTO A LA LABOR VOLUNTARIA
Estamos llegando ya al cierre de esta Jornada pensada para el encuentro entre personas que desarrollamos cualquier tipo de voluntariado social. Es importante y necesario vernos, conocernos y transmitirnos experiencias que nos nutran de ilusión y entusiasmo para mejorar una sociedad falta, en muchos casos, de esperanza. El granito de arena que cada individuo aporta, da sentido a cualquier acción, por pequeña que sea. Y son precisamente esas pequeñas acciones voluntarias, que suelen permanecer en el anonimato, las que contribuyen al cumplimiento del derecho fundamental de cualquier ser humano a ser feliz.
Queremos tener un primer reconocimiento a tantas personas que dan su tiempo con cariño, solas y sin pertenecer a ninguna institución o asociación, y que ni siquiera conocen el concepto de “voluntario/a”. Esas personas que, seguro no están hoy aquí, son ejemplo de solidaridad silenciosa y es que la solidaridad silenciosa es la que mejor cala en los corazones de las personas a las que sirven. Son sin duda hombres y mujeres que dan con amor sin esperar nada a cambio.
Hoy habéis convivido personas que dais vuestra formación, vuestra experiencia de vida y vuestro afecto desde diferentes ámbitos sociales. Ser voluntario o voluntaria va más allá del puro servicio. Es una forma de vida, es casi una filosofía de vida. Es bueno reconocer vuestra labor. Cada uno de vosotros y vosotras tendréis un motivo, una inquietud o un sentimiento que os impulsa al servicio. Lo manera de darse en una persona voluntaria, jamás será suplida por la labor de un profesional. La sociedad necesita sentirse humana y vosotros humanizáis, no sin dificultades, la vida de las personas dependientes, enfermas, accidentadas, faltas de amor, excluidas o con la autoestima por los suelos.
Las entidades cuyos fines son dar respuestas concretas a las dificultades, en nuestro caso sociales, y cuyo objetivo es transformar y mejorar la sociedad, tenemos la responsabilidad de acoger, integrar y poner todos los medios a nuestro alcance, de tal manera que vuestras inquietudes e iniciativas sean punto de partida de cada proyecto. Para ello debemos de ser conscientes de lo que aportáis y cuidar enérgicamente las relaciones interpersonales. Desde aquí queremos ser también autocríticos y lanzar una reflexión en este sentido.
Las entidades que hemos organizado esta jornada os damos con sinceridad y humildad las gracias por haber participado activamente del encuentro, pero sobre todo, y apropiándonos de la representación de tantos beneficiarios y beneficiarias a los que atendéis, GRACIAS en su nombre por vuestro tiempo, vuestras acciones y vuestro ejemplo de entrega. Sin duda podríamos también transmitir nuestro agradecimiento recíproco hacia esos/as beneficiarios/as por tanto o más que nos aportan ellos/as a nosotros/as.