Una historia por Cada abandono (Animales del oriente)
Por mucho tiempo que pase la conciencia de las personas no parece mutar con los años. Dicen desde la Sociedad Protectora de Animales del Oriente de Asturias que el número de perros abandonados en los últimos años no ha bajado en absoluto y, sin embargo, sí lo ha hecho el número de adopciones. Las cifras no cuadran y la asociación hace auténticos malabares económicos para poder mantener el ritmo de entradas y salidas de la perrera de Infiesto, con la que trabajan. Aún con todo, están «contentos» porque el pasado 2009 no resultó tan malo como parecía al principio.
De los 84 perros que asumió el colectivo proteccionista, 71 fueron adoptados y 16 de ellos se fueron a Alemania, «a una asociación amiga que nos ayuda cada año con varias adopciones de perros que aquí no quiere adoptar la gente», señalan. De esa forma «podemos dar salida a gran parte de nuestras entradas», aseguran. Pero no todas esas salidas se refieren a nuevas adopciones. De hecho, ocho perros fueron recuperados por sus dueños después de que la asociación los encontrara y, gracias al chip del animal, lograra contactar con los propietarios. En este sentido, señalan, «debería haber más control por parte de las administraciones porque es obligatorio poner el chip a los perros» y, sin embargo, la gran mayoría de los caninos que encuentran vagando por las calles no los llevan y, por ende, no pueden devolverlos a sus hogares si es que se hubieran escapado.
La decena de personas que compone esta asociación lucha a diario por dar un cobijo a los perros que abandonan en distintas partes del Principado. Ellos se encargan de gestionar las adopciones de algunos chuchos de la perrera de Infiesto, de las vacunaciones, de la colocación de los chip e incluso de la esterilización de las hembras. Este último punto, señalan, «es muy importante» ya que uno de los factores que más empuja al abandono de animales es, dicen, «las camadas indeseadas» . «Las perras paren y paren y los dueños suelen regalar los cachorros a todo el mundo» con lo que, al final, «esos cachorros son los que acaban abandonados», alertan.
La crisis, al parecer, también ha afectado a este sector y, señalan desde la asociación, «se ha notado una bajada importante de las adopciones con respecto a otros años». A ver si para el próximo hay más suerte y según entran los perros salen para ser adoptados.
Quienes quieran, tendrán la posibilidad de escoger a lo largo de este 2010 entre 22 perros. Además de los tres caninos de las fotos, existen otros 19. Trasgu, por ejemplo, un ratonero-pequinés de unos 9 kilos con un buen carácter y cariñoso con la gente. Le encanta convivir con gatos y en un piso se portaría muy bien, dicen en la asociación. Nor, «nuestro osito», señalan, es un cruce de Chow Chow negro. Hoy cumple cuatro años y pese a que es muy cariñoso, a veces resulta algo gruñón. Aún así, es un buen guardián aunque nunca le han educado. Nerea, por su parte, una hembra de la raza Pastor Alemán, ha cumplido ya los diez años. Es obediente y noble y en toda su vida no ha podido con los gatos, así que, quien esté interesado en ella, debe no tener felinos en su casa.
Actualmente en la perrera de Infiesto están Elsa, Boy, Nor, Yago, Reina, Sol y Uma. Elsa, una Pastor Alemán, tiene cinco años y es una buena compañera y guardiana de su territorio. Reina, dicen, es un cruce de Boxer y a sus tres años aún parece asustada en los primeros días de contacto con la gente. Después, se muestra noble, juguetona y alegre. Son sólo algunas historias, pero, realmente, hay una por cada abandono. El resto de perros, hasta completar los 22, están en casas de acogida, en residencia y en la casa de particulares.